Durante los últimos años, era ver en la previsión meteorológica que iba a nevar en nuestra sierra…y comenzar a planificar cómo podría escaparme de las rutinas diarias y la gran ciudad para poder subir a fotografiar esos mágicos pinos, que a duras penas pueden sobrevivir en unas condiciones tan extremas como las que tienen que soportar tanto en verano como en invierno.
Y sin duda, cuántas horas de desconexión para tratar de captar de una forma distinta a unos ejemplares que habrán sido y serán, cientos de veces fotografiados. ¡¡¡cuántos buenos momentos y cuántas alegrías!!!
Un entorno tan modesto y cercano, que me ha proporcionado inspiración y atrezzo para mostrar nuestros queridos pinos de Siete Picos a fotógrafos y amantes de la Naturaleza de más allá de nuestras fronteras.
Me gustaría compartir aquí, al menos para que en algún sitio quede medianamente ordenado…las imágenes que pude tomar en este entorno tan peculiar, accesible y cercano. Estas imágenes han recibido diferentes reconocimientos en concursos de fotografía de Naturaleza, doble motivo para sentirme más feliz por ello.
UNBEATEN

ISO 100 – f/4.5 – 1/160 s
Con esta imagen gané el premio Joan Pellicer (flora) del concurso de fotografía de Naturaleza de Vila Real, EDC Natura 2019.
Es una imagen tomada durante una fuerte tormenta de viento, en la que me daba la sensación de que el vendaval iba por fin a derrotar a este árbol que se retorcía con fuerza ante los embates del temporal.
Está tomada con mi queridísima Nikon D7100 y el Tokina 12-24 mm. Combinación que utilizaba y sigo utilizando hoy en día, sobre todo para bucear…
VENAS

ISO 100 – f/10 – 1/13s +2EV
Tomada también con la Nikon D7100 y con otra lente típica para bucear, pero que me da también bastante juego en la superficie, el Tokina 10-17mm.
Esta imagen recibió una mención de honor en el extinto Cádiz Photonature, también en el año 2019.
La distorsión que crea la lente, junto con una importante sobre exposición, mostraba, al menos ante mis ojos, las venas y alveolos de un gigantesco mamífero. Bueno…pues eso, que a mí me lo parecía…
A DOS MIL METROS SOBRE EL NIVEL DEL MAR

Nikon D7100 – ISO ISO 125 – f/8 – 1/250s +1EV
Una mañana súper entretenida mientras caía una fuerte nevada… y pensé, ¿por qué no tratar de darle más chicha a un encuadre que a mí ya me parecía atractivo, metiendo la nevada en el encuadre?
Con el flash chino montado sobre la modesta Nikon D7100 fui a por los copos de nieve. La verdad es que que hubiese querido lograr unos copos grandes y hermosos… pero claro, quería detalle en las ramas del primer plano y el suficiente enfoque en el infinito, y si abría a tope el diafragma (llevaba un Sigma 28-70 F2:8 de la época analógica) o tenía foco en el primer plano o lo tenía en el fondo. Total, al final, un diafragma medio, f/8. Si bien no dejaba unos «copones» en la imagen, me ofrecían la suficiente definición como para tener lo que yo quería: mostrar lo complejo de tratar de vivir en medio del invierno a esa altitud.
Esta imagen logró una mención de honor en la primera edición del concurso de Aefona de Fotografía de Conservación.
UN MONSTRUO VIENE A VERME

Nikon D1700 – Sigma 24-70 F:2.8
ISO 125 – f/2.8 – 1/4000s
Tomada el mismo día que la imagen anterior. Después de un buen rato haciendo fotos, diríamos…. «normales», buscaba algo más onírico, mágico, pero, sobre todo, diferente. Este era para mí el reto. Crear en la cámara una imagen muy alejada de la realidad de este pino archiconocidísimo de Siete Picos. Cacharreando, frente a mí apareció un monstruo gigantesco que avanzaba con los brazos levantados a través del pinar.
A mí la verdad, es que me gustaba mucho y, joer, fue Highly Commended en dos concursos internacionales que, a mi, me parecen la releche en cuanto a la calidad de las imágenes que conforman sus galerías y su rigurosidad buscando imágenes tomadas en cámara, con el menor número de artificios vía software, como parte del ADN de dichos concursos. Estos concursos fueron el Asferico en Italia y el Montiers en Francia.
RAISE YOUR HANDS

Nikon Z6 – Tokina 10 – 17 mm
ISO 320 – f/20 – 1/320s
Menudo subidón me ha dado esta foto. Esta semana he recibido la confirmación de que esta imagen ha sido reconocida con un Highly Commended en el Glanzlichter 2022. La señora Furmann es especialmente exigente, por lo que ver esta imagen, en un entorno tan modesto, en una galería de imágenes tomadas en ubicaciones tan remotas y fantásticas como las de algunas de las increíbles imágenes premiadas… ¡Pues me ha hecho una ilusión del copón!
Esta ha sido tomada con mi Nikon Z6 y con el Tokina 10-17 mm. En la Z6 este objetivo (DX) deja de ser autofocus, pero gracias al focus peaking de la cámara, enfocando a mano, puedo ver perfectamente qué es lo que tengo enfocado o no con la combinación de distancia y diafragma seleccionada, por lo que no es ningún inconveniente, y me reafirma en el hecho de seguir utilizando mis viejos objetivos de montura , durante muchos, pero que muchos años.
Gracias al ángulo de visión del esta lente, parecía que un gran pino silvestre, robusto y sano, se encorvaba amenazador sobre un pobre ejemplar viejo (la verdad es que ya está muerto…) que ante la amenaza del matón no tenía más remedio que alzar los brazos en señal de rendición… En fin.
Este tipo de imágenes en las que puedo lograr un «marco natural» me atraen mucho, la verdad, y este tipo de lentes me lo facilitan bastante.
Pues eso. Que qué buenos momentos me han dado y que seguro que me seguirán dando nuestros queridos Siete Picos…

Artículo e imágenes realizados por
Juan Pablo Plaza
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Una pasada todas las fotos, pero la d un monstruo viene a verme…. es impresionante, de cuento d hadas.
Mi enhorabuena!!!